Para los fans

Para los fans

21 de febrero de 2014

8

Esperaba que las aventuras del día me dejarán cansada pero aún me encuentro con los ojos abiertos e incapaz de dormir a la una de la mañana. Así que decido tomar mi laptop y explorar mi curiosidad. No me toma mucho escribir 'Billy Buskin Sophie' en Google y meterme a la sección de noticias. Mi corazón se detiene cuando aparecen 243 artículos distintos. ¿DOSCIENTOS CUARENTA Y TRES? Incluso ha salido en las noticias de India, Australia y Estados Unidos. Es surrealista e impresionante.
Hago clic en una liga y veo que es básicamente la misma historia que leí antes, pero con algunos detalles de relaciones anteriores de Billy. Bajando encuentro una sección que permite a los lectores comentar la nota. Mi estómago se revuelve mientras leo sus palabras.

¿Qué le pasa a Billy Buskin? ¿Pasó de Heidi Black a eso? Se ve tan... ¡ordinaria! ¡Arréglate Billy B!
¡Necesita urgentemente un estilista! ¡Rápido, alguien ayúdela!
¡Qué aburrido! No te encariñes mucho Sophie. ¡Estará con otra chica la próxima semana!
¿Habla de matrimonio? Qué tontería. Al chico le encanta acostarse con todas. Ella se ve ¡ABURRIDA!
¡¿Qué?! ¿Vean su estúpida bufanda? Como si alguien así pudiera mantener interesado a BB por más de 5 segundos. ¡Probablemente ya la dejó y se llevó a casa a alguien del set!
Diosssss... La idea de verla desnuda me hace querer ¡VOMITAR! Deja de comer pasteles.
¡Parece una rata! ¿Y qué hay con toda la harina? Cuídate, chica... y pierde un par de kilos.
También hay lindos comentarios que dicen estar felices por Billy, de hecho hay más comentarios positivos que negativos, pero los ignoro. No tienen el mismo peso que los otros. Lo que más me lastima sobre todos los comentarios de esas personas es que yo he sentido lo mismo. Es como si pudieran ver mis inseguridades y usarlas para molestarme, exagerándolas y haciéndolas más verdaderas que cuando sólo me molestaban a mi antes de nuestra primera cita. No soy suficiente. Soy demasiado normal. Él encontrará a alguien mejor, una de sus compañeras estrellas, y se irá. No soy suficientemente buena. No tengo nada que lo hará querer quedarse. No lo merezco.
¿Hemos estado locos el último mes? Billy ha estado fuera de su vida glamorosa y se ha acomodado en una perfecta vida normal. ¿Pero realmente durará? ¿En serio? Las grabaciones terminan en cosa de semanas, y con ello Billy hará sus maletas y regresará a su vida anterior. ¿Realmente hay un lugar para mí en ese mundo? Claro que no. He sido una tonta al pensar que sí.
A la siguiente mañana no me levanto cuando suena mi alarma. Sólo me quedo acostada ahí, bajo una gruesa manta de vacío. Todo mi ser duele. Mi cara y cabeza se sienten hinchadas y pesadas. Mis ojos siguen hinchados por la noche que pasé llorando. Sólo quiero quedarme aquí, bajo las sábanas, todo el día, por el resto de mi vida.
Llamo a la tienda y dejo un mensaje para Molly diciendo que me siento mal, mi constipada nariz me ayuda más sonar convincente. Después me hago bolita y me paso la sábana sobre la cabeza, bloqueando el mundo exterior.
Me despiertan una serie de golpes en la puerta frontal. Salto de la cama, mi cabeza aún duele, y camino en piyama, abriendo la puerta para detener los golpes. Billy está parado ahí sonriendo de oreja a oreja.
'Un pajarito me dijo que estabas muy enferma para ir a trabajar hoy – así que pensé en venir y ser tu enfermero. Vengo trayendo regalos – uvas, chocolate y un sudoku,' dice brillantemente, señalando la bolsa de plástico a su lado.
Me quedo sin palabras mientras esperó evitar que las lágrimas vuelvan a salir.
'¿Qué pasó? ¿Estás bien?' pregunta, con rastros de pánico en su voz.
Levanto los brazos y entierro mi cara en el hueco de mis codos mientras empiezo, de nuevo, a llorar incontrolablemente.
'¡Oye, oye, oye!' dice suavemente mientras entra por la puerta y pone a brazos a mi alrededor, abrazándome fuertemente. '¿Qué pasó?'
No puedo hablar, las lágrimas siguen saliendo.
'Vamos... tranquilízate Soph,' dice, cerrando la puerta y guiándome a la sala, donde se sienta conmigo en el sillón. Billy me acuna y me mece suavemente, tranquilizándome, con mi rostro aún enterrado en mis brazos.
'Lo siento. No es nada. Es sólo que... creo que deberíamos dejar de vernos.'
'¿Qué? Sophie, ¿dónde viene esto?'
'No es nada.'
'No me salgas con eso. ¿Qué pasó?'
'Leí–' mi pecho se tensa de nuevo, obligándome a detenerme.
'Soph, ¿qué leíste? Dime,' me apremia.
'C-c-comentarios.'
'¿Qué comentarios? ¡Espera un minuto! ¿En internet?' pregunta, mientras trata de hacer que le deje ver mi rostro. ¡Con la cantidad de moco y lágrimas que he estado produciendo no tiene oportunidad de que eso suceda! 'Nunca leas esos comentarios, Sophie. ¿Sabes quién escribe esas cosas? Gente triste y solitaria que no tienen nada mejor que hacer que sentarse a escribir porquerías. No te conocen y no se dan cuenta que están hablando de gente real con sentimientos... Ninguno de ellos diría nada en la cara de las personas. Se esconden detrás de sus computadoras diciendo tonterías.'
'¡Pero sus palabras son verdad!' suelto mientras otro sollozo viene.
'Oh cariño...'
'¡No soy lo suficientemente buena para ti! Soy aburrida. No soy nada. Soy sólo la vieja, estúpida y gorda de mí.'
'¡No eres nada de esas cosas! ¡Detente!'
'En un par de semanas las grabaciones terminarán y te irás. Quién sabe en dónde trabajarás después. Entonces no me querrás en tu vida. Regresarás a tus modelos. A la siguiente chica. No me necesitarás.'
'Sophie, ¡nunca he estado tan feliz como cuando estoy contigo! Lo digo en serio. Sé que no hemos hablado de que pasará después de esto pero asumí que sabías cómo me siento. Podemos hacer funcionar esto, no importa en dónde esté. Londres es mi hogar, de cualquier modo estoy aquí la mayoría del tiempo.'
'¿Pero qué pasará cuando regreses a Los Ángeles?'
'Puedes venir conmigo.'
'¿Qué? ¿Así sin más? ¿Dejar todo aquí?'
'Si quieres.'
'No es tan simple,' me quejo.
'Puede serlo. Sólo digo que podemos hacer las cosas fáciles. Te quiero conmigo. Así que por favor no dejes que te afecte. Sabes la verdad Sophie. ¿Estaría aquí si no me importaras?'
'Supongo que no.'
'Exacto. Vamos. Déjame ver tu rostro,' dice, mientras trata de mover mis brazos.
'¡No!' grito mientras me resisto. '¡Estoy cubierta en moco!' confieso, riendo entre lágrimas.
'No me importa.'
'¡Pero a mí sí!'
Billy me suelta y lo escucho salir de la habitación. Regresa unos segundos después con un montón de pañuelos desechables.
'Toma,' dice mientras me los da.
Bajo los brazos pero dejo una mano en mi rostro mientras me estiro por los pañuelos con la otra.
'Gracias,' digo mientras arreglo el desastre que hay en mi cara. 'Oh Dios, debo verme terrible. Vas a querer retractarte de todo lo que dijiste. Rápido, corre mientras aún estoy cegada en esta montaña de moco.'
Billy me mira intensamente mientras se inclina y me besa.
'No voy a ningún lado Sophie. Te amo. Completa y totalmente te amo.'
No puedo evitar la sonrisa que cruza mi rostro hinchado cuando sus palabras me tocan. Hace años habría corrido una milla ante tal declaración, pero justo ahora, con Billy, esas palabras con más que confortantes – porque son los mismos sentimientos que tengo por él.

Cuando Billy llega a mi casa el domingo para recogerme para nuestro 'día de cita' hay un brillante coche rojo deportivo en la entrada.
'Erm, ¿qué es eso?' pregunto mientras salgo de la casa y cierto la puerta detrás de mí.
'¡Mi coche!'
'Creí que no tenías un coche aquí.'
'No lo tenía, pero quería llevarte a algún lugar así que hice que alguien lo trajera aquí por mí.'
'Es un poco llamativo ¿no?' bromeo.
'Una compra impulsiva de cuando era más joven y descuidado.'
'Ya veo... ¿A dónde me llevas?' pregunto, dándole un beso rápido de saludo.
'Londres.'
'¿Qué?' Sé que puede parecer difícil de creer, ya que sólo vivimos a una hora de la capital, pero sólo he estado en Londres un par de veces y esos viajes fueron con mamá y Papá cuando era más joven. Recuerdo la emoción de esperar en la estación de trenes y viendo a los demás trenes pasar zumbando a gran velocidad, haciendo que mi cabello volara salvajemente, antes de subirnos al tren hacia Londres con mis sándwiches de mermelada y papas Worcester. Cuando llegábamos a Londres caminábamos por el río, donde me permitían comer un helado, con una hojuela de chocolate en lo alto. Siempre terminábamos en Trafalagar Square, que es donde Papá me subía a una de las estatuas gigantes de leones y me sentaba ahí sintiéndome extremadamente importante porque estaba muy alto.
'¿Podemos alimentar a las palomas?' Digo con emoción.
Billy no puede evitar reírse.
'Tristemente no. Ahora está prohibido por ley.'
'¿Qué? ¿Desde cuándo?' Demando, sin poder esconder mi decepción.
'No sé... Hace años.'
'¿Por qué?'
'Creo que tenía que ver el hecho de que defecaran sobre las estatuas, lo que las desfiguraba.'
'¡Pero eso es ridículo!' Una de las cosas que más me gustaba sobre nuestros viajes a Londres era alimentar a las palomas en la plaza. Gritaba y reía mientras lo que parecían cientos de pájaros se reunían a mi alrededor en la misión de picar mis manos llenas de semillas. Una vez que todas las semillas estaban dispersas equitativamente entre todas ellas (siempre había una gorda tratando de llevarse toda la comida), corría entre mis nuevas amigas y las hacia volar. Corría bajo ellas, disfrutando su vuelo mientras fingía ser una paloma reina enojada a cargo de la parvada. 'Por favor, dime que aún está permitido sentarse en los leones.' Digo con desesperación.
'Si...'
'Bueno, supongo que eso es algo.'
'Pero han habido pláticas de prohibirlo también.'
Lo miro sin creerle mientras abre la puerta del copiloto para que me suba. Lo hago del modo menos femenino, ya que nunca he tenido que subirme a un carro tan bajo. Cometo el error de decidir meter primero la cabeza por alguna razón y luego trato de descifrar como meter mi trasero, que queda en el aire fuera del carro. Peleo unos segundos hasta que finalmente estoy en el asiento. Levanto la mirada y encuentro a Billy viéndome con una sonrisa.
'De cualquier modo, no estaba planeando llevarte a Trafalgar Square. Quiero llevarte a mi departamento, para mostrarte en donde vivo.'
'Ah... Así que es momento de ver el departamento de soltero,' digo, cerrando la puerta en su cara.
Billy sigue riendo cuando abre su puerta, entra y se pone el cinturón. Aprieta un botón en medio del tablero y brinco cuando un gran rugido surge del motor... no es necesaria una llave.
Hora y media después estacionamos el coche en un estacionamiento privado bajo tierra, lleno de coches que probablemente valen más que nuestra casa en Rosefont Hill, tomamos el elevase al piso de Billy y llegamos afuera de su departamento mientras abre la puerta y me deja entrar primero.
Su casa es hermosa, y para nada es el departamento de soltero que esperaba – no hay ni rastro de cuero o vidrio en ningún lugar. Es gigante, pero acogedor. Pisos de madera oscura, padres de ladrillo expuesto y gruesos muebles color caramelo llenaban el departamento haciéndolo sentir más como una cabaña lujosa que un departamento citadino.
Un lado de la casa de Billy es una fila de enormes ventanas que dejan entrar una gran cantidad de luz. Camino hacia ellas, veo hacia fuera y encuentro un parque gigante abajo.
'Ese es Hyde Park,' dice Billy sin que tenga que preguntarle.
Mirando el departamento noto las fotografías enmarcadas que ocupan las paredes, no son de él actuando o en la alfombra roja, ni mostrando sus éxitos como pensé, pero fotos de él con el mismo grupo de personas, riendo y jugando.
'Mi familia,' dice, confirmando mis pensamientos y probando de nuevo cuán unidos son.
Volteo a verlo.
'Esto es hermoso. No es para nada lo que estaba esperando.'
'¿Qué esperabas?'
'¿Honestamente? Creí que sería ultra moderna con todo tipo de aparatos, como los que apagan la luz cuando aplaudes o cortinas que se controlan por voz. Esperaba ver grandes sillones de cuero o mesas de cristal, premios a la vista o al menos fotos gigantes de ti en las películas en las que has estado.'
'¡Wow! ¡No me di cuenta de que me creías tan narcisista!' Se ríe.
'¡No, para nada! Es sólo que es muy... hogareño.'
'Me alegra que lo veas así,' dice, antes de que respire lentamente, exhale rápidamente y continúe. 'Sophie, tengo algunas noticias...'
'Cierto, ¿qué pasó?' Pregunto, registrando la repentina desesperación en su voz.
'¿Sabes que he estado yendo a un montón de reuniones en las últimas semanas?'
'Sí.'
Aunque la agenda de filmación de Billy había sido errática y ocupada como siempre, había agregado el estrés de regresar a Londres en cualquier oportunidad para reuniones de futuros proyectos.
'Bueno, ya tengo mi siguiente trabajo.'
Mi corazón se desploma con la idea de que tenga que regresar a Los Ángeles para grabar su siguiente película. Sabía que pasaría en algún momento, claro que sí, sólo no quería tener que lidiar con ello tan pronto.
'Oh, cierto,' digo, tratando de sonar más entusiasta de lo que me siento.
‘No quería decírtelo antes porque no quería esperanzarte y tuve que reagendar otros proyectos, pero… bueno, voy a hacer una obra de teatro en Londres,’ dice, su rostro estalla de emoción.
Necesito unos segundos antes de que mi cerebro entienda las palabras.
‘¿Qué? ¿Significa que te quedarás aquí?’ Pregunto lentamente, necesitando aclaración.
‘¡Así es! Ensayo en Londres por un mes y luego la obra dura 12 semanas.’
‘¡Eso es increíble!’ Digo mientras salto en sus brazos y pongo mis labios en los suyos. El alivio de que se quede cerca por al menos otros cuatro meses me tranquiliza ya que estaba segura de que se alejaría en cuanto terminara la filmación. Mi preocupación sobre cómo podría afectar a nuestra relación el que Billy sr fuera me ha estado molestado las últimas semanas. Esas preocupaciones desaparecen y son reemplazadas con emoción.
‘Supuse que estarías complacida.’
‘Lo estoy,’ digo con una sonrisa, ‘Así que ¿qué obra es?’
‘Es una nueva pieza de Simon Edwards llamada Remojado, en el Duke of York’s, cerca de Leicester Square. Ya has ido allí ¿cierto?’ dice mientras me guía al sofá, donde nos sentamos.
‘¿Leicester Square? No recuerdo. Probablemente. ¿Está cerca de Trafalgar Square?’
‘¿En serio es el único lugar de Londres que puedes recordar?’ pregunta, haciendo que ambos nos riamos. ‘Hay muchas premieres en el Odeon de Leicester Square,’ explica.
‘Oh, ya veo… ¿De qué trata la obra?’ pregunto, dispuesta a saber más sobre el proyecto que mantiene a Billy en el país.
‘Bueno, es una pieza moderna, con una compañía muy pequeña – creo que sólo somos cuatro o cinco. Se centra en este grupo de extraños y cómo sus vidas se relacionan sin que ellos se den cuenta. Es bastante oscura, pero crep que es lo que necesito para alejarme más de los papeles adolescentes.’
‘Suena interesante.’
‘Debería serlo. Nunca he estado en una obra de teatro profesionalmente y, aunque sé que va a haber una fila de críticos queriendo destrozarme, espero poder probarle a la gente que no soy una cara bonita ¿sabes? Necesito hacer algo diferente.’
‘¡No puedo creer que te quedes!’ digo, inclinándome y besándolo de nuevo.
‘Bueno, pensé que nos facilitaría las cosas ¿sabes? No necesito tomar trabajos que estén a miles de millas de aquí, pero más que nada, no quiero hacerlo. Te prometo que nunca querré estar lejos de ti, Sophie May.’
Le sonrío, aceptando su declaración.
Los ojos chocolate oscuro de Billy brillan con emoción mientras sigue hablando.
‘Ye quiero conmigo cada día, Sophie – saber que mis días estarán empezando y terminando contigo en mis brazos. Me encantaría que te mudaras a Londres y vivieras aquí conmigo.’
Mi boca se queda incómodamente seca.
Sólo he estado en Londres en viajes de un día con mamá y Papá – ¿es un lugar al que podré llamar hogar? Es tan diferente de la tranquila y placentera vida en Rosefont Hill – tan ruidosa y apurada. ¡Tan grande! ¿Podría adaptarme a eso diario?
Habiendo pasado toda mi vida allí, me siento tan sana y salva con lo que tengo en Rosefont Hill. Mamá, Molly, los vecinos y la tienda. En Londres sólo tengo una cosa. Billy.
Veo su esperanzado rostro y mi cabeza empieza a girar.
¿Realmente podría hacer esto?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Escribe con ortografía y moderación. Cualquier comentario insultante será eliminado.